El desafío de una empresa y su concepción de herencia

Parque del pensamiento, un lugar para soñar, crear y concretar.

Álvaro, ¿cómo surgió la idea de esta finca y cómo la llevan adelante?

La finca ha sido la inspiración para un proyecto de vida que se ha ido madurando y transformando con el tiempo. El amor por la tierra y el respeto por la vida me llevó a tomar decisiones importantes, así fue como decidí devolver a la naturaleza una mínima parte de

lo que ella me ha dado y es en ese momento cuando nuestra finca familiar se fue transformando de una finca agrícola a un convivir con la naturaleza. Mi propósito fue recuperar el ecosistema nativo para la protección de la flora y la fauna.

Cuando alguien nos pregunta qué es esta finca, nos surge espontáneamente una pregunta: ¿qué es lo que necesitas? Porque si vemos la finca como una despensa de vida, pues es universal, si viene un poeta, le mostramos un paisaje, si viene un turista, le mostramos un sendero, si viene un enfermo, le mostramos una farmacia a través de una infinidad de plantas medicinales. Pero estamos siempre mostrando la misma finca.

Este espacio les permite a todos los visitantes conectarse con la naturaleza, admirar el paisaje, los suelos y la biodiversidad, En sus atractivos pueden ver la majestuosidad de la naturaleza y de la vida.

¿Y cómo ves la biodiversidad de este lugar?

Aquí hay un punto de partida que es el bosque, la montaña, la diversidad local, la vocación natural del lugar. Pero hay otra cosa que es que ya arrasamos. Ya este lugar está culturizado, está arrasado. Entonces empezamos a sembrar de nuevo. Lo primero en el

pensamiento, o sea, la riqueza de la vida está en la diversidad, pero una diversidad relacional. Un lugar que esté reforestado, restaurado, es un lugar con muchas posibilidades. Yo no parto de la necesidad puntual, sino parto de la restauración para satisfacer la necesidad del momento que no siempre es la misma y que siempre es variable. Es decir, en este momento es muy agradable un café, pero dentro de una hora estaremos reclamando un almuerzo y dentro de dos horas es otra cosa. Y entonces la vida cambia, ese es el punto.

Nos has comentado que se trata de una finca familiar, pero ¿Cuántos la componen?

Mis tres hermanas, cuatro sobrinos y mi hijo. Los más cercanos. Y se amplía con la gente que trabaja con nosotros, con la gente que nos compra servicios, con la gente que viene y nos visita. En mi casa todo el mundo trabaja y todos nos acompañamos. Tenemos esa filosofía, es decir, a quién se le ocurre algo lo acompañamos, lo orientamos, todos nos apoyamos y todos trabajamos.

¿Cómo han encarado ustedes el tema de la familia, la herencia y la convivencia?

Este terreno es de todos, podríamos decir que todos son gerentes o empleados pues todo lo que ellos trabajan es para ellos. Es decir, si un sobrino viene y atiende 10 turistas, lo que él cobra es para él. Si viene el otro sobrino, es para él. Pero si no viene, no le toca nada.

Otra cosa que hacemos es que cuando hay tres o cuatro servicios, tratamos de que no sea la misma persona la que tenga el manejo de todo, sino que estos servicios se reparten entre todos para que cada uno pueda recibir una compensación económica. Lo que yo hago es distribuir los grupos pues los turistas me hacen a mí las reservas.

¿Y que puedes decirnos sobre la herencia?

La herencia nos permite mayor convivencia. No se trata de ser propietarios o no, sino de pertenecer a algo, no de que me pertenece, sino de que yo le pertenezco. De mi parte, no trato de decirles a los muchachos que están conmigo, o a mis hermanas que soy el dueño, el que ha tenido la herencia. No se trata de eso, yo mismo me he proclamado líder del acompañamiento, no de las cosas, no de la herencia.

Como todos sabemos, cada uno es único en su contexto, es más, yo he ido desapareciendo y aquí en este lugar los reconocen siempre a ellos como las personas que saben de café, que saben de plantas, que saben de turismo. El reconocimiento no es hacia Álvaro pues ya

no soy el actor principal, aunque estoy detrás de todo, sino que ellos son los protagonistas.

¿Y cómo hacen con la producción?

Como es la producción de la finca ese es un tema del tío y del papá. Los jóvenes se defienden con el tema del turismo, yo me defiendo con la agricultura que tiene que ver con los pagos de impuestos, que tiene que ver con acompañar a mis hermanas, pues eso que se produce en la finca es para el soporte o la base de esta familia.

Lo que planteamos a los visitantes y también a nosotros mismos, es que lo que hacemos tiene que ser algo que nos agrade, por eso hablar de la vida es muy bello. Si yo soy amable con la vida, siempre voy a sentir agradecimiento, siempre voy a sentir felicidad.

¿Y para concluir, quieres añadir algo más?

Si, quisiera compartir una última reflexión en la construcción de la unidad. Todos los demás seres le dan sentido a mi vida, pero ¿qué hago yo para darle sentido a la vida? Una conciencia colectiva nos ayudaría a comprender que dentro del suceder diario somos un complemento permanente en el presente, con la posibilidad de crear realidades.

Reseña por la redacción

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