Experiencia: Puerto Rico vive y contagia

Misionar; es llevar la alegría y el amor a todos

Samuel González – Puerto Rico

Hola soy Samuel y les comparto como la obra de María me inspira hacer misión.

En mi vida diaria cada vez que tengo la oportunidad de amar al hermano lo escucho y lo acojo según su dolor y lo hago en el momento presente. Lo escucho y le hablo dejando una semilla en su corazón para que germine y dé frutos. 

Por ejemplo, les cuento una experiencia en mi trabajo; me desempeño en la recepción de un hospital registrando a los visitantes y empleados, día con día a todos les brindó una sonrisa junto con unas palabras de alegría y paz, están tan acostumbrados en recibir estos mensajes diarios que al saludarme me preguntan cuál es el mensaje del día, muchos comentan que les hace falta y que les alegro el día. 

Además, las personas que tienen familiares hospitalizados, como apoyo a su dolor, les brindó palabras de acogida, paz y amor. Una vez, un joven con un dolor constante en su pierna se acerca a mí y observa cómo trabajo en mi puesto, al ver el trato y la sonrisa al público él me comenta: “oiga oficial al verlo a usted trabajar y como trata a la gente con ese amor, paciencia y esa alegría, por un momento no sentía el dolor de mi pierna”. Luego me dice que: “si todos fueran como usted esto sería diferente”. Para mí eso es misionar llevar el amor de Dios y la alegría a todos. 

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