La escuela del arte de amar

La Escuela del Arte de Amar es una experiencia pedagógica, donde se pone en práctica el Carisma de la Unidad, que busca formar al hombre nuevo del que habla el evangelio, capaz de transformar la sociedad.

La escuela del arte de amar a la luz del carisma de la unidad.

El Carisma de la Unidad de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de Los Focolares, tiene como punto de partida y como meta el testamento de Jesús “Que todos Sean uno” y con el ánimo de hacer vida estas palabras, ha dado luz a una espiritualidad que es al mismo tiempo individual y comunitaria. El Arte de Amar se inspira en los principios de este Carisma y en la invitación de Jesús: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado”. Aún si ésta es una motivación religiosa, la Escuela busca hacerlo realidad, con una perspectiva universal y mediante una práctica pedagógica innovadora, que tiene como fin formar al hombre en su autonomía, su integridad y su dimensión de hombre- relación.

Para Chiara (1), amar es una vocación universal impresa en el corazón de todo hombre. Es un Arte que requiere de un ejercicio constante, necesita tiempo, hay que intentarlo y volverlo a intentar. Para este ejercicio destacamos estos cuatro principios que nos propone y nos ayudan a fortalecer el Arte de Amar:

• Amar a todos (fraternidad universal)

• Ser los primeros en amar (humildad)

• Hacerse uno con el otro (empatía)

• Amor reciproco (Diálogo y reciprocidad)

La formación del “hombre nuevo” para una sociedad Nueva

La sociedad actual necesita ser transformada, para que todos tengamos la posibilidad de vivir en un mundo de justicia, de paz, de armonía entre los hombres y de los hombres con la naturaleza. Para lograr esto, la Escuela del Arte de Amar busca, a través de la cultura del diálogo, formar a ese “hombre nuevo”, capaz de generar la fraternidad universal, crear una sociedad nueva y contribuir a la construcción del mundo unido.

Una Experiencia pedagógica

La Escuela del Arte de Amar hace énfasis en la práctica del mandamiento del amor recíproco, convirtiéndolo en una verdadera experiencia pedagógica.

El curriculum oculto

En la escuela del Arte de Amar se genera un ambiente de relaciones cercanas, familiares y armoniosas en el que todos se sienten acogidos, reconocidos en su juntos logren avanzar en el conocimiento y formación científica, el progreso personal y comunitario, en el mejoramiento permanente de la escuela misma y de la realidad circundante. Se entra al aula con la convicción de vivir la mutua y continua caridad, norma de toda norma, la premisa de toda regla, convirtiéndose así en un “estilo de vida”, en el curriculum oculto de la escuela.

A la luz de la escuela del Arte de Amar, ¿Qué es el Centro Social?

Un laboratorio pedagógico

La Escuela del Arte de Amar nace como un laboratorio pedagógico en el Centro Social Unidad, con el fin de elaborar una propuesta para la educación en general.

En este laboratorio se pone en práctica y se experimentan ideas y programas que nacen de la relación entre todos los actores, fruto del diálogo y la escucha profunda. Estas experiencias son objeto de comunión y reflexión.

Antecedentes históricos

El Centro Social Unidad se encuentra ubicado en el barrio La Merced Sur, en las periferias de Bogotá (Colombia). Este barrio se caracteriza por un ambiente de pobreza, violencia intrafamiliar y problemas de drogadicción, entre otros aspectos. En general, está habitado por una población de bajos recursos socioeconómicos y socioculturales, con pocas posibilidades de cambiar sus condiciones. Es en este contexto en el cual el Centro Social Unidad, desde hace más de 40 años ha desarrollado distintos proyectos y  acciones, que han venido mejorando las condiciones de vida de la comunidad, tanto a nivel personal como también social y comunitario.

El Centro Social Unidad fundamenta su accionar en la premisa del amor recíproco, buscando que toda persona que pase por el lugar sea niño, joven o adulto, se sienta interpelada por el amor concreto, entendido no como una expresión sentimental, sino desde la visión de una fraternidad universal y que tiene como pilares tres principios evangélicos, a saber:

1º. “Haz a los demás lo que quisieras que te hicieran a ti”

2º. “Ámense unos a otros como yo los he amado” y

3º. “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”.

Es en esta realidad, donde nace la Escuela del Arte de Amar con el deseo de implementar este arte, que como tal significa que debe ser aprendido, es decir enseñado a través de una propuesta pedagógica.

La propuesta pedagógica

La fuente esencial de La Escuela del Arte de Amar es la Espiritualidad Comunitaria de Chiara Lubich que, en su pedagogía, contempla el Ser y el Hacer de la persona humana y que se hace vida en una figura simbólica: el arcoíris y sus siete colores en los que a cada color se da un significado para la vida cotidiana.

El Amarillo – Espiritualidad y vida de oración

Formación en la relación con Dios, Palabra de Vida y el dado del amor.

Metodología: El ejercicio permanente del diálogo 

La metodología inicia con un diálogo teniendo en cuenta también las propuestas de los niños para organizar las actividades diarias. Cada actividad finaliza con una reflexión personal y comunitaria, se incluyen lúdicas, juegos, películas, teatro, títeres, diálogos, mesas redondas, etc. para que los niños experimenten de manera pedagógica y sencilla la temática presentada.

Práctica y experiencias:

Los instrumentos fundamentales son: la palabra de vida mensual y el juego del dado del amor que generan múltiples experiencias en toda la comunidad educativa.

¿Qué es el Centro de Estudios Pedagógicos – CESPED?

Como resultado de la evaluación del proyecto de la Escuela del Arte de Amar en los últimos 9 años, se descubre que este proyecto ha tenido resultados positivos en los niños y en la comunidad y se vislumbra que es posible hacer realidad la propuesta pedagógica; se hace necesario profundizar esta realidad y nace un equipo multidisciplinario y se forma el Centro de estudios pedagógicos CESPED, organismo encargado de investigar, estudiar, sistematizar, promover y concretizar la experiencia pedagógica de la Escuela.

Actualmente está integrado por Amparo Uribe, Ángela Cárdenas, Guillermo Ramírez, Marta Ramírez, Arbey Arias, Fabiola Restrepo, Magdalena de Niño, María Catalina Niño, Miguel Niño, Jaime Borda y Oscar Monteza.

Por Amparo Uribe – Bogotá

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