Pasión por la fraternidad universal

Por Gustavo Clariá – Perú

La Editorial Ciudad Nueva España ha publicado una selección de textos del diario íntimo de Carlos Clariá (Opus), consagrado (focolarino) argentino, corresponsable del naciente Movimiento de los Focolares en España, delegado mundial de los jóvenes Gen y colaborador por muchos años de Chiara Lubich en el Centro internacional del Movimiento. De los textos se trasluce su pasión por la fraternidad universal.

Apenas Carlos Clariá nos dejó, aquel 9 de mayo de 2009, muchos expresaron el deseo de que se escribiera sobre su vida, en especial, quienes lo conocieron en los años ’70, cuando impulsaba –junto a Margarita Bavosi, conocida como Luminosa– el naciente Movimiento de los Focolares en España. Pero también aquellos ex jóvenes que habían crecido acompañados por él, en los sucesivos años ’80 y ‘90, en calidad de responsable mundial de los jóvenes del Movimiento de los Focolares. 

Lo sentían como un deber, como un reconocimiento y agradecimiento por su acompañamiento en el crecimiento personal humano y espiritual, a veces decisivo en sus vidas. Se sumaban al mismo deseo, personas de todas las condiciones sociales y de diferentes ámbitos, que lo habían conocido a lo largo de su vida: jóvenes esposos, sacerdotes, obispos, políticos, gente sencilla. Porque Carlos tenía el don de saberse relacionar a la par con el que vende el periódico en la esquina y con la persona más importante de un país, como podía ser el Rey Balduino de Bélgica. Para él, todos y cada uno poseían la misma dignidad de hijos de Dios y, con esa convicción, se vinculaba con cada persona en una relación única, capaz de hacer sentir al otro lo importante que era para él. 

Tuvieron que pasar 14 años para tomar la distancia necesaria y madurar una idea: más que escribir sobre él, dejarlo hablar a él. Sí, porque descubrimos que Carlos había escrito con fidelidad un diario personal en el que dejó registrado su itinerario espiritual de vida que contiene una gran riqueza humana y espiritual. 

¿Pero quién era Carlos Clariá? ¿Qué hizo de relevante que justifique publicar sus reflexiones espirituales?

Escribe Jesús Morán, copresidente de los Focolares, en la presentación: «Lo que se muestra (en esas páginas) es un alma sedienta de Dios, de infinito, de absoluto. Un cristiano auténtico que, desde muy joven, se tomó en serio “los imposibles” del Evangelio para dejarse construir por Jesús y demostrar al mundo que esos “imposibles” abren posibilidades infinitas y sumamente bellas de ser hombres y mujeres auténticos». 

Su diario es un testigo transparente de quien se esforzó –con todas sus fuerzas, límites y talentos– en la búsqueda de la Verdad, con mayúscula. De quien eligió el difícil camino de tratar de discernir lo que Dios quería de él y, una vez comprendido, esforzarse por vivirlo de modo radical y –a veces– heroico, en especial cuando los planes de Dios parecían contrastar abiertamente con los suyos. 

El libro, publicado por la Editorial Ciudad Nueva española (revista de la que fue su primer director), consta de 482 páginas y contiene numerosas fotos en su interior. En el capítulo inicial se traza un perfil de los primeros 27 años de su vida –cuando aún no había comenzado a escribir su diario– con el aporte de quienes lo conocieron de cerca en esos años. Los capítulos siguientes, contextualizados, están dedicados a una selección cronológica de textos del diario que Carlos comenzó a escribir en agosto de 1968, cuando llegó a España, y que concluye con sus últimos días de vida terrenal, a 68 años. 

Escribe Jesús Morán: «Para Carlos el amor es uno solo, el que proviene de Dios e informa toda la vida del hombre. No hay dualismo posible: el amor a Dios encuentra su manifestación en el amor humano con todas sus dimensiones: paterno, filial, fraternal, erótico-esponsal, amical. Carlos fue un hombre siempre guiado por ese amor que encuentra en Dios la fuente que supera cualquier límite y todo lo transfigura. La vocación al amor es la vocación del ser humano, nos dice desde su diario íntimo». Y concluye: «Este diario no hay que leerlo, hay que “rezarlo”. Y el bien que nos hará será inmenso».

 pasado 12 de julio, tuvo lugar la primera presentación del libro “Pasión por la fraternidad universal – Diario personal de Carlos Clariá (Opus)”, para los países de América latina.

Leave a Reply

Your email address will not be published.